Suelo radiante, energéticamente eficiente

La calefacción por suelo radiante consiste en una red de tuberías que se instala bajo el pavimento de la vivienda por los que circula agua caliente a baja temperatura, consiguiendo una forma de distribución de calor más homogénea, más confortable y por tanto, energéticamente más eficiente. 

Las tuberías parten desde una caja de colectores empotrada en la pared, y se colocan en forma de serpentín repartido en circuitos por toda la superficie del suelo de la  vivienda. Éstos circuitos permiten instalar mecanismos de regulación y control para poder regular la temperatura de cada una de las dependencias de forma individual.

Posteriormente se vierte mortero cemento con aditivos que consiguen un correcto contacto con las tuberías y evitan las inclusiones de aire en el sistema.

El sistema de suelo radiante se combina con un sistema de generación del calor eficiente como las calderas de gas de baja temperatura o de condensación o con sistemas de aerotermia, en éste último caso el suelo radiante puede utilizarse de forma refrescante.

suelo radiante

 

Ventajas del suelo radiante.

 

Mayor sensación de confort. Según los estudios realizados, la mejor sensación de confort para las personas es cuando la temperatura de los pies es mayor que la temperatura a nivel de la cabeza, de ahí el refrán “con los pies calientes y la cabeza fría”

Temperatura uniforme. Como toda la superficie del pavimento irradia calor, desaparecen las zonas frías y calientes, tan características de otros sistemas de calefacción.

Ahorro energético. Es una de las principales ventajas del suelo radiante, el cual se debe a:

  • Las menores pérdidas de calor en las tuberías, ya que la temperatura del agua que circula por las tuberías es aproximadamente 30ºC menor que en otros sistemas, por lo que las pérdidas que se generan también son menores.
  • Al estar el calor uniformemente repartido, se ha demostrado que con 2ºC menos de temperatura ambiente, el confort obtenido es el mismo que en otros sistemas.
  • Se pueden utilizar sistemas de baja temperatura, los cuales son mas eficientes que en otros sistemas de calefacción.
  • En un sistema de suelo radiante, la temperatura a nivel de techo es menor que en otros sistemas de calefacción, por lo que existen menores pérdidas de calor en ésa zona.

 

Teniendo en cuenta todos éstos factores, se estima que el ahorro energético es de aproximadamente un 20% utilizando una fuente de energía a baja temperatura y una regulación adecuada.

 

Mejor uso de las dependencias. Dado que no existen emisores en paredes, se amplian las posibilidades de decoración y distribución de mobiliario en las dependencias.

Salubridad. No se crean corrientes de aire,  por lo que se evita el movimiento de partículas de polvo y microorganismos, consiguiendo además mantener mejor la humedad natural del ambiente.

 

 

 

print