Hay algunos días de verano en los que es habitual salir a la calle en Zaragoza y tener la sensación de que el aire parece salido de un horno. Lo cierto es que esta sensación es más intensa si cabe en las calles del centro de la ciudad, donde no abundan las sombras y donde el asfalto se convierte en un auténtico foco de atracción del calor.
Esto en principio podría ser la normalidad en verano y no suponer un problema si durante la noche una vez que ha caído el sol, el ambiente se refresca. Pero la realidad es muy distinta ¿el motivo? La famosa “isla de calor urbano” (ICU).
Mapa de la isla de calor anual en Zaragoza donde las zonas exteriores como Cuarte de Huerva disfrutan de una temperatura nocturna mucho más agradable.
¿Qué es la isla de calor?
El efecto de isla de calor urbano (ICU) es un fenómeno climático que se produce cuando las áreas urbanas registran temperaturas significativamente más altas que las zonas circundantes.
Entre los factores que potencian o producen esta ICU están los materiales utilizados en las construcciones urbanas, como el asfalto, la escasez de vegetación urbana (los árboles contribuyen a reducir la temperatura a través de la sombra) las actividades humanas (transporte, industria y el uso de aparatos eléctricos y sistemas de climatización, generan calor adicional). También tiene una influencia determinante el diseño urbano, donde la disposición de los edificios y calles puede influir en la circulación del aire, a menudo reduciendo la ventilación y atrapando el calor en las zonas urbanas.
El calor extremo de Zaragoza en verano
En Zaragoza, el efecto de isla de calor se puede acentuar especialmente durante el verano.
Existen elementos que contribuyen de manera directa a potenciar el fenómeno de isla de calor en Zaragoza como son el clima árido, la urbanización densa, la escasez de espacios verdes y la energía y actividades humanas. Zaragoza tiene un clima seco y caluroso, con temperaturas que superan los 40°C en los meses de verano. Este clima exacerba el efecto de isla de calor, ya que la falta de humedad en el suelo y el aire amplifica la capacidad de los materiales urbanos para retener y liberar calor.
Las altas temperaturas en Zaragoza debido al efecto de isla de calor pueden tener varias consecuencias negativas en la salud pública. Las temperaturas elevadas incrementan el riesgo de golpes de calor y deshidratación, y pueden agravar enfermedades cardiovasculares y respiratorias. Estas condiciones son particularmente peligrosas para poblaciones vulnerables como ancianos y niños.
El aumento de las temperaturas urbanas también suele llevar a un mayor uso de aire acondicionado, lo que incrementa el consumo de energía y las emisiones de gases de efecto invernadero. Esto no solo afecta al medio ambiente, sino que también puede elevar los costos energéticos para los residentes.
Ilustración de cómo afecta a la temperatura el efecto de isla de calor urbana.
La calidad del aire es otra área afectada, ya que las altas temperaturas pueden agravar los problemas de contaminación del aire, aumentando los niveles de ozono troposférico y otros contaminantes. Esto puede tener impactos adversos en la salud respiratoria de los habitantes de la ciudad.
Además, las condiciones más calurosas pueden reducir el confort térmico en los espacios públicos, afectando la habitabilidad y el uso de estos espacios por parte de los ciudadanos. El calor extremo puede hacer que las personas eviten pasar tiempo al aire libre, lo que afecta la vida social y la actividad física.
El urbanismo juega un papel fundamental en la lucha contra los efectos adversos del cambio climático.
¿Cuarte de Huerva como refugio climático?
En las noches de verano, es común observar que la temperatura en el centro de Zaragoza pueda ser entre 2°C y 5°C más alta que en Cuarte de Huerva. Sin embargo, en noches especialmente calurosas, esta diferencia podría ser aún mayor.
Por ejemplo, si en el centro de Zaragoza la temperatura nocturna es de 25-30°C, en Cuarte de Huerva podría estar alrededor de 22-25°C. La magnitud exacta de esta diferencia puede variar según las condiciones específicas del día, la humedad y la cobertura vegetal, entre otros factores. Por ello, cobran mayor importancia los residenciales de vivienda con zonas verdes y ajardinadas como las que ofrece LUJAMA en Residencial El Juncal, Residencial Monteverde y Residencial Monteclaro.
Viviendas como las que ofrece LUJAMA en Cuarte de Huerva cuentan siempre con la máxima eficiencia energética, comfort térmico y zonas verdes que mitigan los efectos adversos del verano.
Estas modernas viviendas son energéticamente eficientes y además el perfecto refugio climático ante esas sofocantes fechas veraniegas. Pero la eficiencia energética y el comfort térmico van más allá, gracias a los sistemas de aerotermia, cada vivienda goza de una temperatura estable de comfort durante todo el año, haga frío o calor en el exterior.
Así pues, este tipo de residenciales tanto de vivienda colectiva como unifamiliar que desarrolla LUJAMA en Cuarte y otras ubicaciones como Utebo, son el remedio y refugio perfecto para combatir el calor y sobrellevar de la manera más agradable y comfortable posible los rigores del extremo clima producido por la Isla de calor Urbana del centro de Zaragoza. Cuarte no sólo representa tranquilidad, buenos equipamientos, naturaleza y espacios abiertos, también significa comfort térmico, algo que son cada vez más las personas que lo valoran como parte fundamental de su día a día. Esto es algo que queda demostrado por el elevado número de personas que desde Zaragoza deciden trasladar su residencia a Cuarte de Huerva buscando un estilo de vida más saludable.
Residencial Monteverde de entrega de llaves próxima presenta unas zonas verdes con piscina, lo cual, sumado al aislamiento térmico de las viviendas hace de este complejo residencial un lugar óptimo para vivir.